El término “somático” proviene de la palabra griega “soma”, que significa cuerpo de un organismo vivo en su totalidad (así pues, tejidos, músculos, nervios, respiración, movimiento, pensamientos, sensaciones, emociones, lenguaje…).

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El estado nervioso, junto con la postura, el movimiento, la actitud vital y las creencias de cada persona, se reflejan dentro de la estructura física (soma) y la funcionalidad del individuo.

Estas señales neurológicas o patrones afectan la salud celular y la función de los órganos, nervios, músculos y hormonas. Crean un modelo que determina el potencial de nuestra salud, fuerza, vitalidad y bienestar físico y mental.

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Si no tenemos la capacidad neurológica de enviar la señal de relajación a diferentes partes de nuestro cuerpo, estamos constantemente en un estado estresante, ácido y destructivo.