Los desequilibrios hormonales pueden ser el resultado de múltiples causas (problemas digestivos, estrés, fatiga suprarrenal, fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre...) pero la causa principal de todo es una:

 

El peso de la sobrecarga tóxica de diferentes orígenes y composición que acarreamos: químicos, metales pesados, radiaciones, pensamientos y emociones negativas...

 

 

Cuando nuestros sistemas de desintoxicación son deficientes o están sobrecargados, numerosas señales de alerta pueden manifestarse en forma de fatiga, insomnio, afecciones de la piel, estrés, sobrepeso, diabetes e incluso acabar desencadenando cáncer o enfermedades neurodegenerativas.

 

La desintoxicación es un proceso natural que nuestro hígado, intestino, riñones, sistema linfático, pulmones y piel llevan a cabo diariamente para deshacerse de los subproductos que produce nuestro propio cuerpo –desechos metabólicos– y las toxinas que absorbemos a través de la piel, los pulmones, los genitales, el tracto digestivo...

 

 

Todos los programas que he diseñado y estoy desarrollando están encaminados a ayudar en la raíz del problema que tanto malestar y desequilibrio provoca en nuestro ser: ayudar a la desintoxicación. O como lo llama la ciencia, a la biotransformación.